Desde hace varios años la Comunidad de
Madrid parece estar implementando un plan de privatización del sistema
educativo que consiste
en invertir cada vez menos recursos en la educación pública y potenciar cada
vez más la educación privada. El hecho deviene inevitablemente en un aumento de
la problemática que tiene que soportar el sistema educativo público curso tras
curso.
Pensemos
pues, que si sometemos a una
cadena a un aumento progresivo de tensión inevitablemente rompe por sus
eslabones más frágiles — en el
caso de la
educación pública estamos
hablando de los alumnos
con necesidades educativas específicas y de los alumnos en
riesgo de exclusión social.